Somos una pareja trabajadora. De esas que siempre va con

prisa, que llegan tarde a todo y que, aún así intentan cuidar

cada pequeño momento en casa.

 

Biscou nació en una de esas tardes normales, en la que, sin

pensarlo mucho, encendimos el horno y preparamos algo

sencillo. El olor a vainilla llenó la cocina... y por un momento,

todo fue más lento, más cálido, más bonito.

 

Ahí entendimos algo:

No se trata de hacer postres perfectos.

Se trata de crear recuerdos. De parar el mundo un ratito. De

disfrutar juntos. De volver a casa, de verdad.

 

Biscou es eso:

Un proyecto hecho con las manos, con cariño y sin prisas.

Para que tú también puedas regalarte un momento bonito,

aunque el día haya sido un caos.